luisgpope@gmail.com
Hemos visto, en varios temas desarrollados en este blog, cómo es que mecanismos cognitivos biológicamente pre-programados “prejuzgan” la forma en que interpretamos la causalidad en el mundo perceptual, esto de tal forma que resulta inevitable que en los ámbitos interpersonales, pedagógicos, sobrenaturales, e incluso cuando intuitivamente reaccionamos ante causalidades del mundo físico, asumamos con frecuencia lo que aquí llamaremos el Modelo Agencial Explicativo (MAE). Lo anterior significa que damos por sentado, de manera refleja o involuntaria, la existencia de intencionalidades no-vistas que explican el estado de las cosas. Y esto es desde luego muy evidente en la esfera interpersonal. Nos pudiese parecer incluso incontrovertible el hecho que la gente actúe movida por ciertas intenciones que creemos "ver", al punto que nos da la impresión que se tratara de un algo parte de la percepción. Sin embargo, la llamada Teoría de la Mente (ToM) se llama precisamente así puesto que sabemos que el "conocer" sobre las intenciones de los demás es en realidad un ejercicio teorizante, propiamente hipótesis, sobre los contenidos mentales de otras personas.
En un ensayo titulado “Expectativas Intuitivas y la Detección del Trastorno Mental: Un Fondo Cognitivo para la Psiquiatría Popular [Folk-Psychiatries]” Pascal Boyer extiende el MAE al juicio intuitivo con el que valoramos la conducta desviada (enfermedad mental). Es decir, al margen del conocimiento científico (por ejemplo la elaboración de criterios clínicos diagnósticos) y del sesgo cultural con que se puede conceptualizar la enfermedad mental, el MAE y otros elementos de la psicología intuitiva nos llevan a todos a juzgar ciertas conductas individuales como anormales.
A continuación se incluye el resumen del ensayo y algunos ejemplos de cómo la "Folk-Psychiatry" es útil para comprender intuitivamente las conductas desviadas.
¿Cómo detectan las personas la disfunción mental? ¿Cuál es la influencia de los modelos culturales de disfunción en este proceso de detección? El proceso de detección como tal no es usualmente investigado puesto que cae entre los dominios interculturales de la Psiquiatría (enfocados a la disfunción misma) y una psiquiatría etno -antropológica (enfocada en los modelos culturales de salud y enfermedad). Aquí proporcionamos un modelo general de este “eslabón perdido” entre los modelos culturales y conductuales, basados en evidencia empírica de la psicología intuitiva. Las mentes adultas normales elaboran expectativas intuitivas específicas acerca de la función mental y la conducta, y consecuentemente infieren que tipos específicos de comportamientos son el resultado de una disfunción subyacente. Esto sugiere que hay un “catálogo” de posibles comportamientos que activan dicha intuición, y por lo tanto un catálogo limitado de posibles síntomas que son asimilados por los modelos culturales específicos para un entendimiento popular [folk-understanding] de la enfermedad mental. También sugiere que ciertas disfunciones mentales, al no violar claramente los principios de la psicología intuitiva son invisibles a tal compresión popular. Esta perspectiva nos permite entender la estabilidad cultural y la difusión de formas particulares de ver la locura. También sugiere porqué ciertos tipos de enfermedad mental son invisibles a la compresión popular.
El MAE nos lleva a experimentar la fuerte impresión que estamos en control de nuestra propia agencia interna y de sus contenidos mentales, al igual que nos "informa" de las intenciones de los demás. Por ejemplo, que el yo interno es uno (una sola agencia interna) y no múltiples pulsiones en conflicto o estructuras dislocadas. Que nuestra agencia interna es el origen de las intenciones, lenguajes y actos motores; es decir, que las acciones involuntarias serán generalmente percibidas como anormales (excepto en contextos concretos como el “hablar en lenguas” de algunas religiones). Igualmente existen otros elementos que señala Boyer que moldean la comprensión popular de la enfermedad mental: la presencia o ausencia de reacción empática, sentimientos tribales, solidaridad inter-grupal, el origen experiencial de las memorias (por ej. los falsos recuerdos son anormales), la coherencia en la comunicación, etc.
Así el MAE no solamente nos predispone a creer en agentes sobrenaturales (Dios, fantasmas, espíritus) sino que junto con la "Folk-Psychiatry" nos lleva a juzgar intuitivamente como normales o anormales sus supuestas "conductas". Las mismas intuiciones que aplicamos para los seres naturales son usadas para valorizar las conductas de estos seres sobrenaturales. Por ejemplo los demonios son agentes sobrenaturales que nuestra “Folk-Psychiatry” juzga como anormales y desviantes, mientras que Dios es en muchos aspectos (ej. empatía, moralidad) una agencia "normal". Claro, aquí es tentador razonar que las características conductuales o mentales de todos estos seres sobrenaturales son meros subproductos (la proyección psicológica) de módulos cognitivos con funcionalidades adaptativas pro-sociales.
BIBLIOGRAFÍA
Pascal, B., (2010) "Intuitive Expectations & The Detection of Mental Disorder: A Cognitive Background To Folk Psychiatries", Philosophical Psychology (forthcoming).