14 enero, 2009

NEUROCIENCIA DE LA RELIGIÓN (I): CORRELATOS NEURALES DE LA CREENCIA SOBRENATURAL

Por: Antonio Chávez
Lo que aquí intento es esbozar una guía gráfica que reúna un número de datos relacionados directamente o que sean relevantes al estudio científico del componente ‘creencia sobrenatural’ de la religión, que como ya se ha dicho antes en “Explicar la religión: una clave para entender lo humano”, se trata de un componente universal encontrado en cualquier religión. La creencia sobrenatural se definirá siguiendo pues a los autores citados en esa entrada: «creencias sobre la existencia y los rasgos de estos agentes» («fantasmas, antepasados, espíritus, dioses, demonios, brujas, etc») (Boyer & Bergstrom 2008); «creencias contrafactuales y contraintuitivas en agentes sobrenaturales (dioses, fantasmas, trasgos, etc.)» (Atran & Norenzayan 2004). Es inevitable que exista un grado de complejidad en estos “neuromapas” debido a la cantidad de datos que pretendo integrar, y para ello presento dos gráficos: uno simplificado y otro ampliado. Al día de hoy no existe aún un marco teórico firmemente sentado que integre satisfactoriamente la cantidad enorme de datos empíricos provenientes de la psicología y la ciencia cognitiva de la religión, de la neurociencia aplicada al estudio de la religión o de la neuroteología, y que los explique todos sin mayor problema. Sin embargo, se ha tratado de abarcar todo el fenómeno religioso desde la neurociencia (o para ser exacto, desde la neuroteología: D'Aquili & Newberg 1998), o bien desde una neuropsicología que considera los aportes antropológico-cognitivos (Previc 2006 resumen / completo). Algunos de los propios autores que proponen la teoría del subproducto han buscado integrar el data cognitivo con el neurocientífico (Boyer 2003Boyer & Barrett 2005), y son a quienes sigo a grandes rasgos para elaborar los neuromapas. A modo de introducción, cito a Pascal Boyer sobre la creencia sobrenatural y sus correlatos neurales:

«Un catálogo limitado de lo sobrenatural Las nociones religiosas son productos de la imaginación sobrenatural. Hasta cierto punto, deben su prominencia (probabilidad de la activación) y potencial de transmisión a las características que comparten con otros conceptos sobrenaturales, tales como los encontrados en sueños, fantasías, cuentos populares y leyendas. Esto puede ser porque uno encuentra patrones recurrentes en la religión a pesar de muchas variaciones entre las culturas (...) La imaginación en general está fuertemente constreñida (Ward 1994). Los conceptos sobrenaturales están formados por asunciones muy generales de los ‘dominios conceptuales’ tales como persona, cosa viviente, objetos artificiales (Boyer 1994, Barret 2000). Un espíritu es una clase especial de persona, una varita mágica una clase especial de artefacto, un árbol que habla una clase especial de planta. Tales nociones son salientes e inferencialmente productivas porque combinan (i) rasgos específicos que violan algunas expectativas por defecto para el dominio con (ii) las expectativas abrazadas por defecto como verdades del dominio entero (Boyer 1994). Por ejemplo, el concepto familiar fantasma combina (i) información socialmente transmitida sobre una persona físicamente contra-intuitiva (incorpórea, puede atravesar paredes, etc.), y (ii) espontáneas inferencias producidas por el concepto general persona (el fantasma percibe qué sucede, recuerda lo que él o ella percibió, se forma creencias a partir de tales percepciones, e intenciones en base a sus creencias) (Leslie 1994). Estas combinaciones de violación explícita e inferencias tácitas son culturalmente extensas y pueden constituir un grado óptimo de la memoria (Boyer 1994). Las asociaciones de este tipo son mejor recordadas que muchas asociaciones estándar pero también mejor que las singularidades que no incluyen violaciones del dominio conceptual (Boyer & Ramble 2001, Barrett & Nyhof 2001). El efecto se obtiene sin importar la exposición a una clase particular de creencia sobrenatural, y ello ha sido replicado en diversas culturas en África y Asia (Boyer & Ramble 2001).»
(...)

«Creencia y neurociencia La gente generalmente no tiene creencias religiosas porque ellos han considerado evidencia para o contra la existencia real de agentes sobrenaturales particulares. Más bien ellos se convierten encontrando una descripción culturalmente adquirida de tales agentes intuitivamente plausible. ¿Cómo pasa esto? Sabemos mucho sobre los factores externos que predicen diferencias en la adhesión religiosa (Batson 1993) pero sabemos poco sobre los procesos cognitivos implicados, sobre la diferencia entre compañeros imaginarios y antepasados protectores supuestamente reales. Las conclusiones cognitivas resumidas aquí ofrecen una explicación especulativa. Primero, las representaciones religiosas activan una variedad de capacidades conceptuales especializadas (no religiosas). En esta revisión, mencioné el efecto de varios de estos sistemas, y muchos más seguramente están implicados. Ninguno de estos sistemas maneja juicios explícitos sobre la existencia de espíritus, por ejemplo, pero todos ellos elaboran inferencias off-line* en la suposición de espíritus que están alrededor. Segundo, la creencia en agentes sobrenaturales (como muchas otras creencias explícitas) es un alto nivel, del estado consciente y metarepresentacional. Es decir, la gente es consciente de su suposición de que los antepasados están alrededor (en contraste, también asumen que la caída de objetos es hacia abajo pero no son necesariamente conscientes de tal suposición). En otras palabras, las creencias explícitas de esta clase son interpretaciones de los propios estados mentales de alguien (Sperber 1996). Es una hipótesis plausible en neurociencia cognitiva que algunos sistemas mentales, posiblemente apoyados por redes específicas, están especializados en producir tales explícitas, interpretaciones relevantes o explicaciones post-hoc de la operación y la salida de otros sistemas mentales (Gazzaniga 1995). Quizás la impresión de que agentes evasivos realmente están alrededor es una interpretación de esta clase, como consecuencia de la actividad coordinada de muchos sistemas automáticos mentales (Boyer 2001). En esta visión, espíritus y antepasados podrían ser vistos por algunos como plausiblemente reales porque los pensamientos sobre ellos activan sistemas de 'teoría de la mente' y detección de agencia y evitación de contagio e intercambio social. Que se sostenga o no esta interpretación dependerá del progreso en la neurología cognitiva de la religión (ver gráficos).»
(Extraído de: Pascal Boyer: «Religious thought and behaviour as by-products of brain function», TRENDS in Cognitive Sciences, Vol.7 No.3, March 2003) (*) Las inferencias “off line” se refieren al resultado del uso de diversos sistemas cognitivos aquí relevantes (detección de meta, de agencia, de causalidad) cuando no dirigidos a personas reales.

Neuromapa 1. Esquema simplificado de las zonas importantes implicadas en la creencia sobrenatural. (Diseñado por Antonio Chávez S.S.)


Neuromapa 2. Esquema extendido de las bases neurales de la creencia religiosa. (Diseñado por Antonio Chávez S.S. basado en Boyer 2003, Boyer & Barrett 2005Boyer & Barrett 2006). Hacer click en la imagen para ampliar. Ver referencias abajo.
En términos abstractos (neuromapa 1) hay una actividad desde las regiones posteriores (cortéx parietal, temporal) hacia las anteriores (córtex prefrontal), es decir desde áreas dedicadas a los dominios conceptuales hacia las dedicadas a la cognición social y la regulación emocional. Esto coincide con la noción de que la creencia sobrenatural consiste en la activación conjunta de inferencias agenciales e interacción social (lo que confiere pues la característica de poder realizar transacciones de carácter socio-emocional con los ancestros, dioses, espíritus, etc.) Además, el sentido de que estos entes sean reales o que trasciendan el tiempo y el espacio, puede entenderse en términos de la actividad de regiones (neuromapa 2: hipocampo, córtex prefrontal dorsolateral) vinculadas precisamente a la conciencia espacial y temporal, lo que se conoce mental time travel (MTT). De acuerdo con F.H. Previc diversos circuitos del área ventral de la corteza cerebral (hipocampo, cortex prefrontal ventromedial) «están enfocados hacia el espacio distante (sobre todo superior)» (Previc 2006 resumen / completo). El córtex prefrontal ventromedial es además fundamental en la modulación emocional, la toma de decisiones y la formación de juicios de creencia/descreencia/incertidumbre. El viejo concepto de proyección podría replantearse en éstos nuevos términos neuropsicológicos (no freudianos), tal y como lo plantea p.ej. Mora.

Es de interés señalar que estos circuitos que participan en la creencia sobrenatural precisamente se sientan en las vías visuales dorsal (occipital → parietal) conocida como el “dónde”, ventral (occipital → temporal) el “qué”, y medial (occipital → junción temporoparietal: Batelli et al. 2007) el “cuándo” (ver gráfico 3). Las áreas prefrontales integran estos procesos. En términos evolucionistas se puede sostener que este componente fundamental de la religión (la creencia sobrenatural, que se entiende como pensamiento mágico) sería un derivado convergente del procesamiento visuo-espacial y de sistemas dedicados a la interacción social. Finalmente, cabe advertir que este neuromapa propuesto no representa el correlato neural de alguna creencia sobrenatural específica ni las abarca todas. De hecho, no todos los entes sobrenaturales despiertan las mismas sensaciones (p.ej. demonios que acechan VS espíritus protectores), por tanto es seguro que la circuitería o la actividad neurofisiológica cambien sobretodo en lo que concierne a las emociones, aunque, siendo que todos estos entes son agentes, los mecanismos básicos agenciales/causales deben ser los mismos. Estamos ante la agentividad mágica.

Referencias del Neuromapa 2: 

1. Boyer (2003), Religious thought and behaviour as by-products of brain function p. 122: «Table 2. A framework for a cognitive neuroscience of religion», Cognitive Sciences Vol.7 No.3 March 2003. Cito:

«Dioses y espíritus como agentes: hacen cosas y reaccionan a nuestro comportamiento.

Detección de meta. Sistema independiente de la Teoría de la Mente, de la infancia. No necesita a ningún agente con apariencia humana (Csibra et al. 1999). Correlato neural (CN): implicación del surco temporal superior (STS) en la inferencia de metas y de otras señales sociales de exhibiciones estáticas (Allison et al. 2000, enlace abajo), modulación del córtex parietal superior en la detección de la agencia con reactividad (Blakemore et al. 2003, enlace abajo). Pregunta: ¿La activación de tales sistemas está implicada en la representación de agencia no directamente percibida?

Agentes = objetos que reaccionan a otros. Sistema específico, deficiencia selectiva (Baron-Cohen et al. 1985, Leslie & Thaiss 1992). CN: activación común del córtex frontal medial (Frith & Frith 1999, Frith 2001) y de las regiones dedicadas a las señales sociales (Allison et al 2000), de imitación (Decety et al. 2002, enlace abajo) y empatía emocional (Moll et al. 2002, enlace abajo). Pregunta: ¿Cómo estos sistemas generan inferencias sobre agentes no-físicos (compañeros imaginarios, espíritus)?»

2. Blakemore et al. (2003), The Detection of Contingency and Animacy from Simple Animations in the Human Brain, Cerebral Cortex, Aug 2003;13:837–844.
3. Allison et al. (2000), Social perception from visual cues: role of the STS region, Trends Cogn Sci. 2000 Jul;4(7):267-278.
4. Decety et al. (2002), A PET Exploration of the Neural Mechanisms Involved in Reciprocal Imitation, NeuroImage, Volume 15, Number 1, January 2002, pp. 265-272(8).
5. Moll et al. (2002), The Neural Correlates of Moral Sensitivity: A Functional Magnetic Resonance Imaging Investigation of Basic and Moral Emotions, The Journal of Neuroscience, April 1, 2002, 22(7):2730-2736.
6. Fonlupt (2003), Perception and judgement of physical causality involve different brain structures, Cogn Brain Res. 2003 Jul;17(2):248-54.
7. Fugelsang et al. (2005), Brain mechanisms underlying perceptual causality, Cognitive Brain Research 24 (2005) 41– 47. 
8. Murray, nota de prensa (2003), What makes mental time travel possible?, American Psychological Association, Volume 34, No. 9 October 2003. Cf. Miller (2007), A Surprising Connection Between Memory and Imagination, Science 19 January 2007: Vol. 315. no. 5810, p. 312. 
9. Estévez-González et al. (2000), Los lóbulos frontales: el cerebro ejecutivo, Revista de Neurología 2000; 31 (6): 566-577. 
10. Newberg & Iversen (2003), The neural basis of the complex mental task of meditation: neurotransmitter and neurochemical considerations, Medical Hypotheses 2003, 61(2), 282–291. Cito:
«La deaferentación (deafferentation) parcial del lóbulo parietal superior posterior derecho durante la meditación puede causar el estímulo del hipocampo derecho debido a la modulación inversa del hipocampo en relación a la actividad cortical. Si, además, hay estímulo simultáneo directo del hipocampo derecho vía tálamo (como parte de la conocida red atencional) y mediado por glutamato, entonces un poderoso incremento de estímulo del hipocampo derecho ocurre. En última instancia la actividad del hipocampo derecho puede intensificar la función estimulatoria del córtex prefrontal (CPF) sobre el tálamo vía núcleo accumbens, el cual abre la entrada neural del CPF al tálamo vía los efectos neuromodulatorios de la dopamina.»
11. Kirsten et al. (2005), Variants of uncertainty in decision-making and their neural correlates, Brain Research Bulletin, Volume 67, Issue 5, 2005, pp. 403-412. 
12. Kirsten et al. (2003), Predicting events of varying probability: uncertainty investigated by fMRI, NeuroImage, Volume 19, Issue 2, 2003, pp. 271-280. 
13. Burgess, Jeffery, & O’Keefe (1999), The Hippocampal and Parietal Foundations of Spatial Cognition, American Journal of Psychiatry, 158:336-337, 2001. 
14. Save & Poucet (2000), Hippocampal-parietal cortical interactions in spatial cognition, Hippocampus, 2000;10(4):491-9. 
15. Whitlock et al. (2008), Navigating from hippocampus to parietal cortex, PNAS, September 30, 2008, vol. 105, no. 39 14755-14762. 
16. Robertson et al. (2001), The Role of the Dorsolateral Prefrontal Cortex during Sequence Learning is Specific for Spatial Information, Cerebral Cortex 11(7):pp. 628-635. 
17. Carey, nota de prensa (2007), Amnesiacs may be cut off from past and future alike, New York Times, January 24, 2007. 
18. Hassabis et al. (2007), Patients with hippocampal amnesia cannot imagine new experiences, PNAS, January 30, 2007, vol. 104, no. 5 1726–1731. 
19. Harris et al. (2007), Functional Neuroimaging of Belief, Disbelief, and Uncertainty, Annals of Neurology, Vol 63 No 2, February 2008. 
20. Lazar et al.(2000), Functional brain mapping of the relaxation response and meditation, Neuroreport, 2000 May 15;11(7):1581-5.
21. Previc (2006), The role of the extrapersonal brain systems in religious activity, Consciousness and Cognition 15 (2006) 500–539. 


Bibliografía:
  • Previc (2006), The role of the extrapersonal brain systems in religious activity, Trends in Consciousness and Cognition 15, 2006, 500–539
  • Boyer (2003), Religious thought and behaviour as by-products of brain function, Cognitive Sciences Vol.7 No.3 March 2003
  • Boyer & Barrett (2006), Evolved Intuitive Ontology: Integrating Neural, Behavioral and Developmental Aspects of Domain-Specificity, in David Buss (Ed.), Handbook of Evolutionary Psychology, New York: Wiley, 2006
  • D'Aquili & Newberg (1998), The Neuropsychological Basis of Religions, or Why God Won't Go Away, Zygon, Volume 33, Number 2, June 1998, pp. 187-201(15)
  • El cerebro: ¿el último refugio de Dios? (I y II) en Las pirámides del cerebro, 05 marzo 2006
  • Batelli et al. (2007), The ‘when’ pathway of the right parietal lobe, Trends in Cognitive Sciences Vol.11 No.5, 2007
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1 comentario:

  1. Excelente trabajo Antonio. Muy bien detallado y muy bien fundamentado en base a trabajos diversos.
    Me parece de bastante utilidad que se explique al detalle el pensamiento religioso mediante investigaciones científicas, ya que de esa forma, las personas podrán darse cuenta de cómo es que funciona nuestra mente y cuan complejo es su funcionamiento; todo ello, por supuesto, a la luz de la biología evolutiva.
    Felicitaciones por el blog. Ya los tengo enlazados al mío. Espero que le echen una ojeada: www.naturalezayracionalismo.blogspot.com
    Saludos.

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