Por: Luis González
luisgpope@gmail.com
Se comentaba en la descripción del Hexágono Cognitivo que la ciencia cognitiva (CC) comparaba la mente humana con el procesamiento de información de los sistemas computacionales. Sin embargo, lo anterior no significa que quienes investigan apoyándose en dicho modelo teorético crean que la mente humana funcione exactamente como una computadora. Es sólo que se extrapolan ciertos principios generales de las computadoras digitales: el INPUT → PROCESAMIENTO → OUTPUT comparándolos con la PERCEPCIÓN → COGNICIÓN → CONDUCTA del cerebro humano. De hecho, siempre se puede argumentar que consciente o inconscientemente hemos construido ordenadores para que funcionen de manera similar a nuestros cerebros. Proyectos tales como el Numenta o el proyecto "Blue Brain" son ejemplos de ello.
El actual Modelo Computacional de la Mente ha sido analizado críticamente por autores como Jeff Hawkins, John Searle, Antonio Damasio o Gerald Edelman. Hawkins y Searle coinciden en que dicho modelo ha sido guiado en cierta forma por la “falacia del Homúnculo”: una pequeña “personita” que parecería residir en alguna zona de nuestro cerebro, a quien le llegan las señales entrantes (input), piensa en qué hacer con ellas y finalmente envía en forma de comandos sus respuestas (output). En otras palabras, el actual modelo computacional de la mente pareciera haber sido influido por las mismas preconcepciones intuitivas que dieron origen al dualismo.
Las diferencias entre cómo las computadoras y cerebros procesan la información son tales que la CC requiere de nuevos esquemas que expliquen cómo es que un órgano que almacena masivamente representaciones del mundo externo, y que aún siendo eléctricamente (los potenciales de membrana) mucho más lento que cualquiera de los ordenadores actuales, puede sin embargo elaborar “outputs” casi inmediatamente. Si el cerebro funcionara tal como una computadora, con detalladas secuencias de inputs, procesamientos y outputs, esperaríamos ver un cierto retraso en las respuestas (time lag). En cambio, el cerebro humano puede reconocer cualquier objeto del mundo externo de manera casi instantánea. Esto a pesar de que a diferencia de las computadoras, que pueden llevar a cabo millones de cálculos por segundo, el cerebro está limitado por su capacidad de reactividad sináptica a sólo unos 200 cálculos por segundo.
En los sistemas neurales, particularmente la corteza cerebral, el flujo de información dista mucho de ser unidireccional y puede ser mejor expresado como INPUT ↔ PROCESAMIENTO ↔ OUTPUT, donde la retroalimentación de los “procesamientos” en dirección hacia los mismos “inputs” es masiva, es decir que a diferencia de las máquinas el cerebro hace continuamente evaluaciones sobre la naturaleza de la estimulación entrante. Si bien el modelo computacional actual ha servido para estimular la investigación de la CC, la cibernética requiere desarrollar nuevos modelos que emulen de manera más precisa los algoritmos con los que la corteza cerebral maneja las representaciones del mundo externo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario