15 diciembre, 2009

INFERENCIA TELEOLÓGICA: UNA EXPLICACIÓN «POR DEFECTO»

Por: Antonio Chávez
hnc.correo@gmail.com
Deborah Kelemen (Ph.D. en psicología cognitiva y ciencia cognitiva) es directora del Chil Cognition Lab en la Universidad de Boston y lleva varios años estudiando la propensión de los infantes y niños hacia las explicaciones teleológicas y otros automatismos categoriales. Su primer estudio en adultos arroja resultados similares (Kelemen & Rosset 2009 resumen, completo):
«La investigación ha encontrado que los niños poseen una amplia tendencia a favor de las explicaciones teleológicas –o basadas en propósitos– de los fenómenos naturales. Los dos experimentos presentes exploraron si los adultos implícitamente poseen una tendencia similar. En el Estudio 1, estudiantes juzgaron una serie de conceptos como «bueno» (p.ej., correcto) o «malo» (p.ej., incorrecto) en explicaciones de por qué ocurren diferentes fenómenos. Los juicios se dieron en una de tres condiciones: muy rápido, moderadamente rápido, o sin velocidad. Los participantes en condiciones de rapidez juzgaron significantemente como correcto explicaciones teleológicas científicamente injustificadas (p.ej., «el sol irradia calor porque el calor nutre la vida»), pero no estuvieron más predispuestos al error en los ítems de control (p.ej., explicaciones físicas injustificadas como «la forma de las colinas se debe al congelamiento de las inundaciones»). El estudio 2 amplió estos hallazgos examinando la relación entre aspectos diferentes de la «teleología promiscua» de los adultos y otras variables como el conocimiento científico, creencia religiosas, y el control inhibitorio. (…) Consistente con el Estudio 1, el Estudio 2 indica que, aún después de completar múltiples niveles escolares de cursos de ciencia, los adultos poseen explicaciones teleológicas científicamente injustificadas de fenómenos naturales.»
Kelemen, junto a otros especialistas, previamente encontró evidencia de una «promiscuidad teleológica» en pacientes con Alzheimer (Lombrozo et al. 2007). Lo que se intenta saber es si las inferencias teleológicas pueden ser muy activas cuando existe alguna falta de inhibición cognitiva en el momento de elaborar explicaciones, precisamente como ocurre en Alzheimer. Los autores en este estudio sugieren, sumando la experiencia con niños, que existe una subyacente propensión a las explicaciones en términos de propósito o función que persiste durante toda la vida. En este caso, un déficit cognitivo «libera» la promiscuidad teleológica. En el caso de los niños, ella se vuelve selectiva, o parece desaparecer, durante el desarrollo y la progresiva adquisición de creencias coherentes (científicamente). Entre tanto otros estudios mostraron que esta propensión en los niños no es resultante de la influencia paternal (Kelemen et al. 2005) y es independiente de la religiosidad cultural del ambiente (Kelemen 2003Schachner et al. 2017). Desde la perspectiva de análisis que aquí interesa respecto a los mecanismos neurocognitivos que subyacen al pensamiento mágico–sobrenatural–religioso, estos resultados apoyan fuertemente la idea de que la inferencia teleológica es un output «por defecto» del input sensorial, ahora evidenciado bajo condiciones controladas en adultos. Todo está integrado bajo una perspectiva agentiva de la cognición social (Bandura 2001), mientras que aquí hemos sugerido en «El surco intraparietal: matemática y agencia sobrenatural» una relación entre los resultados de Kelemen et al., causalidad, agencia y procesamiento numérico, fundándonos en diversos datos neurocognitivos. Por otro lado, desde una perspectiva de aplicación pedagógica, Kelemen sugiere que esto puede explicar porqué resulta difícil asimilar o interpretar correctamente ciertas teorías científicas, en especial las biológicas como la Teoría de la Evolución. De hecho los participantes adultos, con grado de escolaridad, explican los fenómenos biológicos como intrínsecamente dirigidos hacia la supervivencia (p.ej. «los pinzones se diversificaron para sobrevivir») y el mantenimiento del equilibrio natural de la Tierra (p.ej. «los hongos crecen en los bosques para ayudar a la descomposición») (Kelemen & Rosset 2009 p. 141). Entre tanto, este estudio encuentra que las explicaciones físicas no garantizadas científicamente son preferidas a las biológicas, y aunque otros autores han teorizado previamente que las explicaciones teleológicas se restringen intuitivamente a las entidades biológicas y las creencias teleológicas han sido reconocidas como un impedimento para la instrucción de las ciencias biológicas, para Kelemen sus resultados significan que ellas también son asunto de las ciencias físicas (ibid. p.142).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ÍNDICE TEMÁTICO

FUNDAMENTOS
¿Qué pensamos? ¿Qué buscamos?

LO HUMANO
La unidad cerebro-sociedad-cultura

UN ROMPECABEZAS: ANALIZANDO LA RELIGIÓN Y EL ATEÍSMO
Diversas disciplinas confluyen para ello
Generalidades
Modelos explicativos clásicos
Neurociencia