Por: Luis González
luisgpope@gmail.com
A continuación se traducen algunos segmentos que resumen los hallazgos de un estudio publicado en www.plosone.org por SAM HARRIS et al. 2009.
RESUMEN
METODOLOGÍA / HALLAZGOS PRINCIPALES:
Utilizamos la imagenología por resonancia magnética funcional (fMRI) para medir los cambios de señales de los cerebros de treinta sujetos - quince Cristianos comprometidos y quince no-creyentes -mientras evaluaban la veracidad y falsedad de proposiciones religiosas y no religiosas. Para ambos grupos, y en ambas categorías de estímulos, las creencias (juicios "verdaderos" vs juicios "falsos") se asociaron a una mayor señal de la corteza prefrontal ventromedial, un área importante para la autorrepresentación, asociación emocional, recompensa y conductas dirigidas a metas. Esta región mostró una mayor señal independientemente si los sujetos creían en afirmaciones relativas a Dios, el nacimiento de la Virgen, etc., o en afirmaciones relacionadas a hechos ordinarios. Una comparación de las categorías de ambos estímulos sugiere que el pensamiento religioso está más asociado con regiones cerebrales que gobiernan la emotividad, la autorrepresentación, y el conflicto cognitivo, mientras que el pensar acerca de hechos ordinarios depende más de la memoria y de los circuitos relacionados con la evocación de la memoria.
INTRODUCCIÓN
Desde el siglo XIX, ha sido ampliamente asumido que el crecimiento de las sociedades industrializadas marcarían el final de la religión: Marx, Freud, y Weber junto con innumerables antropólogos, sociólogos, historiadores, y psicólogos influenciados por sus trabajos - esperaban ver la desaparición de la creencia religiosa a la luz de la modernidad. No ha sucedido tal cosa. La religión continúa siendo una de las características más prominentes de la vida humana en el siglo XXI. Mientras que la mayoría de las sociedades desarrolladas se han tornado seculares, con la curiosa excepción de los Estados Unidos, la religión ortodoxa está en expansión en el mundo en desarrollo. En efecto, la humanidad parece estar proporcionalmente convirtiéndose en más religiosa, a medida que la combinación del avance material y secularismo están fuertemente correlacionados con una disminución de la fertilidad. Cuando consideramos el crecimiento del Islamismo en el mundo Musulmán, la difusión del Pentecostalismo en África, y la religiosidad anómala en los Estados Unidos, es claro que la religión tendrá consecuencias geopolíticas hasta bien entrado el siglo XXI.
Dada la importancia de la religión en la vida humana, sorpresivamente poco se conoce de su base en el cerebro. La relevancia del sistema ventromedial dopaminérgico en las experiencias religiosas, creencia y conductas es sugerido por varias líneas de evidencia; incluyendo el hecho que una variedad de condiciones clínicas relacionadas a disfunciones dopaminérgicas - manía, desorden obsesivo compulsivo (TOC), esquizofrenia, y epilepsia del lóbulo temporal - están regularmente asociadas con la hiperreligiosidad. El sistema serotonérgico también ha sido implicado, toda vez que drogas conocidas por modularlo - tal como el LSD, psilocibina, mescalina, dimetiltriptamina (DMT) y la 3,4 metoxienedoximetilamfetamina ("éxtasis") son potentes estimulantes de las experiencias religiosas/espirituales. Adicionalmente, la densidad del receptor 5HT1A se ha encontrado inversamente correlacionada con altas puntuaciones en la subescala de "aceptación espiritual" del Inventario de Temperamento y Carácter.
RESULTADOS
CREENCIA COMPARADA CON DESCREENCIA
Para ambos grupos, y para ambas categorías de estímulos [creencias religiosas y no-religiosas], la creencia estuvo asociada a una señal mayor dependiente-del nivel-oxígeno-sangre (BOLD) en el corteza prefrontal ventromedial (VMPFC), un área importante para la autorrepresentación, asociaciones emocionales, recompensa, y conducta dirigida a metas. Esta región mostraba una señal más intensa independientemente que los sujetos creyeran afirmaciones relativas a Dios, el Nacimiento de la Virgen, etc., o afirmaciones acerca de hechos ordinarios (Fig. 1).
Figura 1
AFIRMACIONES RELIGIOSAS COMPARADAS CON LAS AFIRMACIONES NO RELIGIOSAS
El contraste de estímulos religiosos menos los estímulos no-religiosos reveló mayor señal en muchas regiones. La ínsula anterior ha sido regularmente asociada a la percepción del dolor y aún con la percepción del dolor de otros. Se cree que esta área medía sentimientos tales como los de disgusto. El estríado ventral también ha sido regularmente asociado con el procesamiento emocional y la recompensa, y parece jugar un papel en el planeamiento cognitivo. También encontramos una mayor señal para los estímulos religiosos en la corteza del cíngulo anterior (ACC). El ACC es frecuentemente asociado con la respuesta ante el conflicto, y la actividad en esta región se ha relacionado negativamente con el grado de convicción religiosa.
Figura 2
(A) La señal MRI fue mayor cuando los sujetos evaluaron afirmaciones religiosas comparados con las afirmaciones no-religiosas en áreas del cerebro, incluyendo el precuneus, cíngulo anterior, ínsula y estríado ventral. (B) Un aumento de señal se encontró en las afirmaciones no-religiosas comparado con las afirmaciones religiosas es varias regiones del hemisferio izquierdo incluidas el parahipocampo, corteza retroesplénica, polo temporal, circunvolución temporal media e hipocampo.
Otra área clave que parece estar preferentemente activa durante el pensamiento religioso es el corteza medial posterior. Esta área ha sido anteriormente descrita como mostrando mayor actividad durante tareas autorreferenciales y durante los estados de reposo.
El contraste opuesto, no-religiosas menos afirmaciones religiosas, produce una mayor señal en regiones del hemisferio izquierdo, incluyendo el hipocampo, la circunvolución del parahipocampo, la circunvolución temporal media, el polo temporal, y el cortex retroesplénico. Se conoce bien que el hipocampo y el parahipocampo están relacionados con el proceso de evocación de la memoria. La región anterior del lóbulo temporal está activa durante tareas relacionadas con la memoria semántica, y el cortex retroesplénico tiene conexiones particularmente fuertes y recíprocas con estructuras del lóbulo temporal medio.
Finalmente, dentro de los estímulos religiosos, el subtipo de afirmaciones que eran contrarias a la doctrina Cristiana produjeron una mayor señal en varias regiones cerebrales, incluyendo el estríado ventral, la corteza paracingular, la corteza frontal medial, los polos frontales y la corteza parietal inferior. Estas regiones mostraron una mayor señal en ambos los Cristianos que rechazaban estímulos contrarios a su doctrina (ej. "El Dios bíblico es un mito") y cuando los no-creyentes afirmaban la veracidad de tales aseveraciones. En otras palabras, estas áreas cerebrales respondían preferencialmente a las afirmaciones blasfematorias en ambos grupos de sujetos.
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COMENTARIO
Los resultados del estudio apuntan que a diferencia de las creencias no-religiosas (¿de contenido emocional neutro?), las creencias religiosas reclutan un mayor número de regiones cerebrales relacionadas con el manejo de cogniciones y representaciones emocionalmente significativas. Sería, sin embargo, de esperar que tales configuraciones de activación neural fueran similares a cuando se manejan otras creencias que tuvieran una resonancia emocional comparable, independientemente de que fueran de contenido religioso o no.
Al parecer yo tenía más razón de lo que yo misma creía, porque de algún modo siempre me a parecido que sus esmociones están muy altamente enlazadas con las creencias religiosas. No lo digo de manera positiva, ya que a veces parece una conexión entre amor y miedo, manifestada como una relación codependiente con la propia religión.
ResponderEliminarLuis, en cuanto a lo que esto puede darse en términos religiosos o no, te doy la razón porque esto pasa también con traumas emocionales, en donde la persona evita muy seguidamente en lo que este realmente cree. Esto puede darse con personas radicalmente políticas, o obsesionadas con un tema, en el cual evitan mucho cuestionar.
Hola Mariet,
ResponderEliminarEn efecto, todas las creencias pueden ser igual de obstinadas, sea el tema que fuera: religiosas, ateas, las creencias que se originan en experiencias traumáticas, los fanatismos políticos, y hasta la ciencia misma. Hace poco veía la noticia, que publiqué en otro blog, sobre el fraude de un psicólogo evolucionista de Harvard. Estaba pues tan convencido él que existía un "órgano moral", es decir inclinaciones genéticas a obrar moralmente en cierta forma, y que compartíamos con otros primates que se inventó evidencia y observaciones que nunca había hecho. Claro, es posible que existieran otras motivaciones, como que en esos puestos tienes que publicar x trabajos de investigación. Sin embargo, para mí lo que significa es que aún meras hipótesis pueden mutarse en creencias sin que el científico se de bien cuenta de ello.
Saludos