Por: Antonio Chávez
Bruce Hood, Director del Centro de Desarrollo Cognitivo de la Universidad de Bristol, es autor de «Supersense: Why we believe in the unbelievable», donde postula que es precisamente el modo en que funciona la neurocognición infantil el multi-núcleo causal de los sistemas de creencias «mágicas», más relevantemente que la propia socioculturización de este aspecto. Ver p.ej. esta entrevista (en inglés) «¿Somos creyentes innatos o receptores culturales?».
Como parte de las discusiones sobre lo polémica que puede resultar la Ciencia Cognitiva de la Religión, aquí en el blog se publicó traducida una nota periodística, basada en una conversación telefónica de los autores de la misma con Hood: resultó que se distorsionó lo dicho por Hood para forzar el concepto de que la creencia en Dios es innata. El autor respondió con un descargo en su blog personal. Se suele confundir (quizás adrede) sostener que el hombre sea mecánicamente propenso al pensamiento mágico con que existan creencias religiosas de nacimiento. Aquí lo que el autor propone, en la misma línea argumentativa de Paul Bloom, Pascal Boyer, Scott Atran, Justin Barrett o Iikka Pyysiainen, es que lo innato son ciertas restricciones y posibilidades en el modo en que pensamos, en que aprehendemos el mundo externo, en el modo en que procesamos la información sensorial. Lo que lo diferencia un tanto es que, como Bloom, Hood se enfoca en la cognición infantil.
Excelente como siempre
ResponderEliminarLa mejor web sobre el tema, inducutiblemente.
Salu2
Hola Daniel.
ResponderEliminarGracias por el gratificante comentario. Tratamos de hacer lo mejor posible.
Saludos igualmente.